En Uro-Puebla ofrecemos a nuestros pacientes con crecimiento de próstata el tratamiento con láser verde (Green Light XPS) de alta potencia (180 W) con excelentes resultados.
La fotovaporización de la próstata con láser verde es una técnica de cirugía muy segura, que no produce sangrado, tiene mayor eficacia y menores riesgos comparados con la cirugía tradicional de la próstata (Resección Transuretral de Prostata o RTUP).
El paciente esta hospitalizado 24 horas, se va a casa sin sonda y puede reanudar sus actividades habituales a los 2 ó 3 días evitando realizar esfuerzos**.
(**Pacientes seleccionados, previa valoración médica)
La terapia con láser verde (Green Light XPS) consiste es un procedimiento de mínima invasión en el que se introduce un equipo de endoscopia urológica llamado cistolaser a través del cual se pasa una fibra que trasmite una energía láser de alta potencia que vaporiza selectivamente el tejido prostático de manera rápida y efectiva.
No hay pérdida de sangre. El efecto de fotocoagulación del láser verde hace que sea una técnica indicada en pacientes con antiagregantes y anticoagulantes. La sonda vesical puede retirarse a las 12 horas a diferencia de la cirugía convencional en que la sonda se retira a los 5-6 días.
La estancia hospitalaria es de unas 24 horas habitualmente y se produce un alivio inmediato de los síntomas con importante mejoría del flujo urinario.
Menos de un 1% ha referido disminución de la erección. Los resultados se mantienen a largo plazo y no se necesitan nuevas cirugías sobre la próstata.
Este tipo de láser pasa a través de un cristal de litio triborato emitiendo una luz verde (Green Light XPS) con una longitud de onda de 532 nm y una potencia de 180 watts, al contactar el tejido prostático, este se convierte en vapor de agua que se elimina a través de un sistema de irrigación continua.
Al mismo tiempo se cierran los vasos sanguíneos (fotocoagulación) por lo que no se produce sangrado. Esta técnica produce una vaporización de 1 a 2 gramos de próstata por minuto y debido a que no se produce sangrado, no es necesario dejar el sistema de irrigación y lavado continuo de la vejiga y de la próstata que es obligado tras una cirugía prostática convencional.
El escaso o nulo sangrado constituye su mayor ventaja respecto a otros métodos de cirugía prostática, incluso en pacientes de alto riesgo quirúrgico que consuman anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios por enfermedades cardiacas.
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