El Adenocarcinoma de Próstata la causa más frecuente de mortalidad por tumores malignos con un 16% de incidencia en México. Ocupa el cuarto lugar de todos los tumores y es el segundo más común en hombres. Dentro de los factores de riesgo ser mayor de 50 años, tener familiares con cáncer de próstata, obesidad y ser afro-descendiente. Es causado por una anormalidad en el ADN de las células prostaticas y aunque no se considera una enfermedad hereditaria si tiene un factor familiar aumentando el riesgo de desarrollarlo en un 30% en caso de tener familiares directos afectados, así como si se presentó antes de los 55 años de edad.
Desde el punto de vista preventivo existen varias recomendaciones entre las que tenemos: consumo de anti oxidantes y selenio (granos, pescado, carne blanca, huevo), Alcohol (1-3 copas de vino tinto a la semana), vitamina E, soya, licopenos (verduras rojas) y Té verde.
Característicamente es una enfermedad que NO da NINGÚN SÍNTOMA en las etapas iniciales. El diagnóstico se lleva a cabo mediante la sospecha, Antígeno Prostático Especifico, revisión de la glándula y se confirma mediante la realización de Biopsias guiadas por ultrasonido.
Actualmente gracias a los avances en la ciencia médica TODAS las etapas de la enfermedad tienen tratamiento, el cual dependerá de que tan avanzada y agresiva sea la enfermedad. Dentro de estos hay múltiples variantes que van desde solo vigilancia en algunos casos, tratamiento con Medicamentos, cirugía o Prostatectomía Radical que elimina el tumor con intención curativa y puede realizarse de manera abierta, laparoscopica o asistida por robot. Radioterapia y Quimioterapia.
El cáncer de riñón representa 2-3% de los tumores malignos. Aunque hay múltiples variedades, el más frecuente es el Carcinoma de Células Claras en 80-90% de los casos. Predomina en hombres y con edad promedio de 65 años.
Los factores de riesgo son: tabaquismo, obesidad, hipertensión arterial, exposición a químicos clorados y síndromes familiares (Von Hippel-Lindau) en 4-6%. Se relaciona principalmente a una mutación genética del DNA que ocasiona un crecimiento celular descontrolado.
Lo más importante es la sospecha de la enfermedad por lo que sí existen algunos o todos estos síntomas es muy importante acudir a revisión con un especialista. Una vez teniendo la sospecha el siguiente paso es la realización de una Tomografía Computada la cual nos permite revisar la totalidad de los riñones y es indispensable para el diagnóstico.
La sintomatología está directamente relacionada al tamaño del tumor. Dentro de los más frecuentes tenemos: sangrado en la orina, dolor en la región lumbar (espalda baja), pérdida de apetito, pérdida inexplicable de peso, agotamiento y fiebre. Sin embargo en las etapas iniciales podemos no tener ningún síntoma y se llegan a encontrar como hallazgos en estudios de imagen.
Dentro de las estrategias terapéuticas tenemos:
Tratamientos locales:
- Nefrectomía Radical (resecar el tumor) Parcial o Conservadora de Nefronas.
- Ablación del tumor con Crioterapia o Radiofrecuencia.
- Vigilancia activa
- Radioterapia
Terapia sistémica:
- Terapia Blanco
- Inmunoterapia
- Quimioterapia
El 95% de los tumores testiculares se originan en células germinales, representan el 5% de los tumores en hombres de edad reproductiva y son más frecuentes entre los 20 a 35 años de edad, aunque pueden también presentarse en niños y ancianos. El factor de riesgo más importante es la criptorquidia o testículo no descendido.
El diagnóstico se realiza mediante el interrogatorio, exploración física, marcadores tumorales (Alfafeto-proteina, DHL y BHCG) y se confirma con la ayuda del ultrasonido en donde podemos ver el tumor.
Los síntomas principales son:
- Crecimiento o sensación de bulto
- Endurecimiento del testículo
- Dolor
- Hinchazón
- Sensación de pesantez
- Testículo que se encoge
Es por estas manifestaciones que la autoexploración testicular es fundamental para un diagnóstico temprano.
Otros síntomas menos frecuentes incluyen: masa en abdomen, dificultad para respirar o falta de aire, tos o crecimiento de glándulas mamarias.
Principalmente el tratamiento se basa en la resección del tumor retirando el testículo mediante una Orquiectomía Radical.
Una vez hecho esto y dependiendo de la etapa de la enfermedad y la estirpe histológica puede ser necesario el uso de quimioterapia o radioterapia.
El cáncer urotelial de vejiga es el tumor más frecuente que afecta la misma y deriva de la capa epitelial que recubre el tracto urinario. Es un tumor de crecimiento rápido, afecta en diferentes extensiones a la vejiga y su pronóstico depende de la profundidad que involucra a las capas de la vejiga.
Su diagnóstico es clínico y con estudios de laboratorio como citologias urinarias, antígeno de tumor vesical (BTA), ultrasonido vesical o tomografía contrastada.
Es indispensable realizar cistoscopia en donde se visualiza el interior de la vejiga y se debe de tomar muestra o resecar el tumor por medio de una resección transuretral de tumor vesical (RTUV)
Es un cáncer asociado a tabaquismo en 80-90%, exposición a anilinas y solventes, aunque puede presentarse sin estos antecedentes. Es el segundo cáncer mas frecuente asociado a tabaco después del cáncer pulmonar y su presentación se ve cada vez más frecuente en poblaciones más jóvenes que inician de manera temprana y con altos consumos.
Los síntomas predominantes son:
- Ardor al orinar
- Sangrado en la orina
- Sensación de frecuencia
- Urgencia urinaria
Una vez resecado el tumor se evalúa la profundidad de la invasión con lo que determinamos la necesidad de algún otro tratamiento como Quimioterapia, Inmunoterapia o incluso la Resección Total de la Vejiga o Cistectomía Radical.
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